27 jul 2014

Helado de Fresas sin Heladera


En estos días he tenido la fiebre de los helados.


Y bueno, uno de los síntomas más agudos de esta fiebre es que a una se le da por mirar recetas de helados, y eso es precisamente lo que hice; me puse a mirar recetas por todos lados... y me he di con la sorpresa de que casi todas me piden que tenga una heladera (No tengo), además de exigirme que me encargue de batir la preparación una y otra, y otra vez... cada sesenta minutos. ¡Un batir sin fin! Casi no puedo imaginar algo más engorroso.
Así pues, dispuesta a no rendirme ante semejante obstáculo, al final decidí cortar por lo sano y me puse a explorar entre mi colección de recetas. Y allí estaba ... la receta básica de helados. ¡Excelente! De pronto se me llenó la cabeza con un sin fin de posibilidades... en serio, creo que llegué a pensar en la mitad de las frutas del planeta, y sin embargo, al menos por esta vez, me decanté por un clásico para probarla... ¡Helado de fresas!
Y lo que es aún mejor; no necesité heladera y sólo tuve que batir mi helado una vez.





En esta receta, para evitar los cristales de hielo (y los interminables batidos), utilizamos glucosa. ¿Y para qué sirve la glucosa? Nos ayudará a que los cristales de hielo sean muy, muy pequeños. Por suerte, y para que no se asusten, conseguir glucosa en estos días es cada vez más fácil. Se puede comprar en tiendas especializadas de repostería o incluso por Internet.

Yo la conseguí en el corte ingles, y puede que el simple hecho de ir hasta allá haya sido lo más laborioso de todo. En serio, ésta es posiblemente una de las recetas más sencillas de las que les haya hablado, aunque debo decir que no todo ha ido como pensaba.

¡La foto, por Dios! De pronto vine a encontrarme frente a una tarea que me parecía casi imposible. Entre el  calor agobiante y el tiempo que toma ponerlo todo a punto para la sesión fotográfica, no me daba tiempo para casi nada. Todo lo que veía era cómo mi obra de arte se derretía... se derretía... se derretía...

Como sea, al final he tenido éxito, y aquí vengo trayéndoles la crónica de mi aventura.





INGREDIENTES      

145 gr de leche en polvo
300 gr de fresas
150 gr de azúcar
1 yema de huevo
3  gr de gelatina en polvo
1 cucharada de glucosa 
635 ml de agua  (dividida en 535 ml y 100 ml, aproximadamente)
Colorante alimentario, rosa (opcional)


PREPARACIÓN

Mezclamos el azúcar con la gelatina en una olla (esto ayudará a que no tengamos grumos de gelatina en nuestra preparación). Luego agregamos la leche en polvo y movemos.

Una vez listo le incorporamos los 535 ml de agua, la glucosa, y acto seguido llevamos al fuego, hasta que veamos algo de humo.

Mientras tanto, en una licuadora ponemos las fresas con la yema de huevo y 100 ml de agua. Batimos unos minutos.

Cuando la leche esté bien caliente la agregamos a la licuadora y batimos por un par de minutos más. En este momento se le puede agregar el colorante.


Listo. Ahora ponemos todo en un taper (Tupper) y lo cubrimos rápidamente con papel film para evitar que esté en contacto con el aire y cristalice (No queremos cristales, recuérdenlo). Hecho esto, llevamos al refrigerador por unas seis horas.

En el momento que este casi congelado, y con la ayuda de unas varillas eléctricas, batimos hasta aumentar su volumen y notemos que no tiene cristales de hielo. Ahora regresamos nuestra preparación al congelador.

Y bien, ya tenemos nuestro helado. Sólo es cuestión de esperar a que vuelva a congelarse, lo que puede tardar varias horas dependiendo de nuestro congelador.


2 comentarios: